martes, 29 de abril de 2014

La Gran Ilusión - Jean Renoir's 1937



La Gran ilusión; Gran ilusión de poder alcanzar lo inalcanzable, quizá, de ese sentido de esperanza, de la espera, de la desidia, de estar atrapado y saber si se volverá a salir, a observar el mundo al cual se pertenece. En sentido de guerra, el cual es el que nos concierne en esta ocasión, es; si se volverá a ver a la madre patria, si el humano podrá alcanzar el dialogo antes de las armas, si se podrá vivir en un mundo feliz. La gran ilusión de Renoir's nos transporta a los años 1918/19, estructurando su guión junto a su amigo Chares Spaak basado en las evasiones reales de un combatiente francés amigo Renoir's y de el mismo, ya que, dicha historia rescata mucha de las experiencias que vivió Renoir's en su servicio en la división de aviación durante la Primera Guerra mundial. 


Todo empieza con el teniente Marechal (Jean Gabin) en una cantina recitando una alegre melodía, ahí mismo es ordenado a asistir a la oficina del Capitán General Boieldieu (Pierre Fresnay) para realizar un viaje de sobre vuelo, factor que nos llevara al desenlace de nuestra trama. En la siguiente escena tenemos a un personaje clave, quién hará el nexo entre nuestros otros dos personajes principales, El Mayor Von Rauffenstein, interpretado por Eric Von Stroheim.

El avión francés es derribado por la maquinaria alemana y nuestros amigos son llevados a una cárcel de prisioneros de guerra.

Aquí empezamos a notar como el humanismo poético de Renoir's empieza a empañar nuestros sentidos, y su critica se va haciendo presente. Amablemente llegan estos prisioneros al campo y son atendidos e invitados a comer junto al Mayor Von Rauffenstein y otros alemanes. En el caso de la vida real durante aquella situación bélica, hubiese sido imposible que estas dos naciones dialogaran, mucho menos los hombres que se encontraban realizando la batalla. 

Reitero lo escrito en lineas anteriores, el humanismo poético de Renoir's y su espíritu anti belicista se hace presente reiteradas veces, por ejemplo: en la escena de la comida; cuando hablan Marechal y el soldado alemán mientras este pica su carne al francés. La corona de flores por los dos combatientes caídos, junto al nexo de dos aristócratas de distintos bandos. Claramente una muestra de pacifismo por parte de Renoir's, la gran ilusión de que dos naciones puedan dialogar, de que hombres que se asesinan sin razones ni motivos, más que, por los intereses de círculos de poder, son capaces de convivir y tener una amistad.

Vemos la utilización de un fabuloso juego de cámara, tomas muy cerradas que nos permiten la apreciación directa de la escena en cuestión, que logra captar nuestra atención rápidamente.
Tenemos también planos muy largos compuestos de paisajismo y armonía, existe una definición exquisita en la película utilizada y primeros planos que nos asemejan al retrato fotográfico por parte de Christian Matras.

 
Los prisioneros franceses empiezan a vivir la disciplina alemana, mostrando está, una vida algo no muy difícil, donde los carceleros mantienen buen trato con aquellos que aprisionan y los prisioneros mofan de ello. La historia bélica presenta un mar de música casi que interminable, la alegría de los soldados, establecida de una manera fresca y para nada humillante. Cantores tanto alemanes como franceses empañan nuestra pantalla, alegres melodías de guerra cargadas con sentimiento patriótico. Muestra a su vez esa vida y modo de ser del soldado que ha sido tapado por las películas norte americanas donde un bando es bueno otro malo, donde se sitúa a los personajes en una lucha constante por una victoria de barbarie.


El sonido, otorga a esta pieza del séptimo arte, un carácter simplemente único, ofrece una textura inigualable de sentimientos y representación inmejorables, donde no solo los cantos tienen su papel, sino también la expresión de las emociones de los personajes se transmiten drásticamente.

A Marechal y Boieldieu se les es presentado por sus compañeros de cuarto, un plan para escapar de las frías paredes de la prisión alemana, ambos en busca del mismo objetivo colaboran y se anotan al plan. Vemos como Renoir's hace uso de la comedia en diversas situaciones, ejemplo de ello es cuando: Uno de los franceses se introduce en el túnel, quienes están afuera escuchan un pequeño ruido, y mantienen su atención para vigilar y ver que pasa, uno sale a indagar más a fondo, mientras aquel que se encuentra en el túnel se esta ahogando, tira de la cuerda donde esta la lata amarrada para dar la señal, y ninguno se percata, solo cuando el que salio de la habitación llega y exclama ¡La Señal!.


Prisioneros y carceleros ríen dentro del humanismo anti belicista de Renoir's que además de que presenta una “trágica” historia de guerra nos baña de alegría y frescura en todo momento.

Los Prisioneros deciden hacer una obra de teatro, para divertir a sus compañeros y divertirse ellos mismos, espectaculares cantos y coreografías por parte de los actores y su puesta en escena. A todas estas Marechal se entera de la noticia de la caída de Duaimont, decide parar la obra, y los franceses empuñan un magnifico himno de guerra en contra de los alemanes.


Hay mismo nuestro Héroe es encarcelado, presa del aburrimiento y la desidia, lo observamos intentando hacer un inútil hoyo en la pared, el cual causa un poco de gracia como se burla de ello ante el primer soldado alemán que entra a la celda. El amiguismo se hace presente de nuevo mientras observamos a Marechal en la celda, desesperado por la soledad, el poco ruido, y la necesidad de escuchar su lengua y no la alemana. Observamos al guardia que le dice: Yo soy su amigo, Hable conmigo y le deja hasta una pequeña armónica, con la cual hace un poco de música y hasta el guardia alemán se termina alegrando.

 
Nuestro héroe sale y es puesto de nuevo en el mismo cuarto con sus compañeros, siguen en su plan de escape día tras día. Alarmados por el proceso de revisión de los cuartos deciden esconder todo lo que sea referente al plan, Boieldieu consigue un ingenioso plan para esconder la cuerda, además de estar armado de confianza por su rango y amistad con Von Rauffenstein, tanto es así, que al momento de revisar a Boieldieu, Von Rauffenstein detiene a sus oficiales. Esta relación amistosa que hace Renoir's aquí entre estos dos oficiales de alto rango, distinguida clase social y diferente nacionalidad, nos demuestra como Renoir's hacia muestra de la decadencia de las relaciones aristocráticas de Europa y del nuevo concepto de la sociedad moderna que se avecinaba. Por eso mientras charlan Boieldieu y Von Rauffenstein.
Von Rauffenstein le dice a Boieldileu: Marechal y Rosenthal son regalos de la Revolución Francesa. A lo que Boieldileu responde: No podemos parar el curso de la historia. Y efectivamente así es.

La Revolución Francesa, movimiento inspirado de los libros y pensadores de la Ilustración, como Montesquieu y El Espiritu de las Leyes, Voltarie y su racionalismo, y Rousseau con el contrato social. Trajeron consigo el nacimiento de hombres como Maximiliene Robespierre, hacedores de un movimiento que traería consigo el cambio para la sociedad actual como la conocemos. La Revolución Francesa sirvió para la caída de la Europa Monárquica y Aristocrática, transformándola en una Monarquía constitucional y debilitando las relaciones de poder de los Aristócratas abriendo paso para acentuar las bases de la burguesía, algo que el tiempo y la historia no podían evitar. 


Al ser transportados al castillo, observamos ese espíritu anti militar, amable y lleno de bondad, Von Rauffenstein al darse cuenta de las duras situaciones que tendrán que soportar nuestros protagonistas, les dice: Para que no se acuse a la barbarie alemana, he decidido aplicarles su propio reglamento militar, el francés. Otra muestra del espíritu anti belicista de Renoir's.

A todas estas, los franceses trazan su ultimo plan de escape, la astucia del General Boieldileu se hace presente, organizando un revuelo perfectamente cronometrado, junto a sus otros camaradas. Otra vez la música se hace presente, soldados franceses tocan flautas con melodías burlonas, los alemanes se alborotan y deciden ir a calmar a los franceses, retirando las flautas, mientras el reloj de Boieldileu corre, todos se hacen presa del revuelo, y son todos obligados a ir afuera para hacer un conteo. Todos son nombrados por el soldado alemán, pero el único que no esta allí es Boieldileu, observamos acá una gran muestra de camaradería, pues, él simula escapar, haciendo alboroto con una flauta, para que Marechal y Rosenthal puedan desaparecer aprovechando el alboroto.


Boieldieu es capturado por Von Rauffenstein. Ambos dos dentro de su relación tenían algo sumamente claro, que el deber de un hombre es el deber, y por encima nada puede haber. Militares al fin, hombres que siguen ordenes que no pueden dejar de cumplir, primero esta el honor y la fidelidad a la nación. Ambos se sinceran y se despiden de un modo amistoso y caballeresco para estos dos aristócratas. Muestro uno en campo de batalla y otro que seguirá la lucha interminable de la disputa de poderes.

Von Rauffenstein es informado que Marechal y Rosenthal han escapado, ordena informes cada cinco minutos pero sin resultados.

Los dos hombres logran salir de la prisión, escondidos y bagando por la noche, durmiendo en el pantano, soportando el frió, logran hacer de las suyas para sobrevivir. Durante estas escenas podemos observar el increíble manejo de la cámara por parte de Christian Matras. Hermosos paisajes en nieve, manejados con una luz que nos brinda la mayor definición y claridad posible, junto a una profundidad de campo que nos permite obtener la mayor cantidad de detalle en la escena, haciéndonos disfrutar de un goce visual.


Nuestros hombres, siguen su camino, y son obligados a refugiarse en la casa de una granjera. Aquí nos damos cuenta también de que, la guerra es perjudicial para las gentes sencillas, incluso para los supuestos vencedores; sirva como ejemplo la melancólica cuando Elsa (Dita Parlo) explica su triste situación, como también observamos el hastío y resignación de la mayoría de los soldados alemanes en un momento en que la situación de la guerra era favorable a Alemania.

Ambos hombres son recibidos por esta mujer en su casa, y se hace presente algo que no podía faltar, la amistad y los amores de guerra, se integran con ella, forman una pequeña familia momentánea, hasta que Marechal y Elsa se enamoran. Juntos disfrutan lo que tienen, porque ambos saben que tendrán que despedirse, tanto así es el amor de Marechal a Elsa que para este seria insoportable anunciarle su partida, y manda a su amigo Rosenthal. Ambos se despiden y sufren sus corazones. Los dos hombres parten en la noche con la esperanza de llegar a Suiza en donde estarán protegidos de las tropas alemanas. Mientras se preguntan si están cerca, teniendo ambos en cuenta de que, la muerte siempre esta presente, deciden decir adiós como buenos amigos y camaradas, se abrazan se besan y se despiden por si alguno es muerto en el camino. Ambos salen de los arboles a la aventura de llegar a Suiza. Observamos aquí un final espectacular con tomas insuperables de los paisajes en nieve, una tropa alemana divisa a los dos hombres a lo lejos, soldados empuñan sus armas y disparan y ahí mismo llega el jefe de la división y ordena frenar el ataque ya que aquellos hombres se encuentran en territorio Suizo. Los camaradas de guerra sin saberlo ya habían entrado al territorio esperado, mientras que Renoir's nos despide con una toma lejana, increíble compuesta en paisajismo de los dos hombres alejándose a lo lejos.

Para concluir no cabe más que decir que, esta es una obra maestra del séptimo arte, producida por el genio de jean Renoir's. Obra que nos maravilla con su espíritu anti belicista y su humanismo, expresados de una modo poético inigualable. Tomando en cuenta el amor y la camaradería, la amistad irreverente de dos Mayores de distintos bandos cumpliendo su deber, donde no existe el torpe maniqueísmo. La relación entre prisioneros y carceleros nos hace el foco del film. Observamos una sobresaliente capacidad en el juego de cámara, planos largos y una profundidad de campo exquisita. Haciendo emanar una atmósfera de realismo poético y humanismo narradas de un modo increíble. Dejando una lección de lo absurdo que son las guerras, como hombres sin conocerse se destruyen y sus cerebros funcionan bajo un deber de un tercero. Las guerras afectan a vencedores y ganadores por igual, a veces ni el mismo soldado sabe porque esta allí, Rosenthal y Marechal se dicen antes de despedirse, “Espero esta sea la ultima guerra”.  


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